En el café de Chinitas
dijo Paquiro a su hermano:
«Soy más valiente que tú,
más torero y más gitano».
En el café de Chinitas
dijo Paquiro a Frascuelo:
«Soy más valiente que tú,
más gitano y más torero».
Sacó Paquiro el reló
y dijo de esta manera:
«Este toro ha de morir
antes de las cuatro y media».
Al dar las cuatro en la calle
se salieron del café
y era Paquiro en la calle
un torero de cartel.
EL FLAMENCO DE CAFÉ DE CHINITAS
En aquella época, había en Málaga un local de pequeñas dimensiones con un reducido escenario de seis palcos a los lados reservados para el público más lucido de la ciudad. El Café Chinitas era conocido en Málaga con los nombres de “El Chinitas” o “Café de Chinitas” y había comenzado su andadura en 1857 Abierto por el empresario Antonio María Álvarez, quien llegar a ser gobernador de Málaga. Son varias las leyendas que se apropian del origen del nombre pero parece que se debe a uno de los actores que actuaron en su escenario con gran éxito, Gabriel López, olvidado actualmente peo conocido entonces como el Chinitas dando origen al nombre popular a uno de los espacios más representativos influyentes en el flamenco durante el último periodo del siglo XIX.
Más de un siglo después de la apertura del famoso café chinitas de Málaga, la familia Verdasco se encontraba disfrutando de la música de un artista ambulante en una terraza que tenían en la plaza de Oriente y debían tomar una decisión trascendental, motivados por la crisis de los años 60, necesitaban transformar uno de los negocios que tenían en la cercana calle de Torija. Inspirado por el músico que tocaba cerca, uno de ellos pregunto:
¿Por qué no montamos un Tablao Flamenco?
“No sabemos de este negocio, pero seguro que podemos pedir ayuda a gente que conocemos “dijo otro…
Surgieron muchos interrogantes y dudas, pero con la seguridad de que encontrarían ayuda pusieron en marcha la aventura.
Con pocos conocimientos sobre el flamenco, pero con las enseñanzas que nos habían inculcado las generaciones anteriores, en particular Cándida Santos, la bisabuela y fundadora de una saga familiar, se pusieron manos a la obra. Ella enseñó que lo importante es emprender el camino hacia los sueños y no rendirse nunca, tal y como ella hizo en 1870, cuando vino de su Asturias natal y abrió La Bola, el primer restaurante de la familia y que sigue abierto desde entonces.
Rompiendo las reglas se abrió el Tablao flamenco en un palacete del S.XVIII, inspirado en el que había sido el Café Cantante más importante de España, el Café de Chinitas de Málaga y en uno de sus clientes más universales, Federico García Lorca.
A los pocos meses nacía el Café de Chinitas de Madrid, puesto en órbita con la colaboración especial de la gran bailaora, La Chunga.
Café de Chinitas, en poco tiempo, se acreditó como el mejor del género, por su escenario, ya famoso por los vistosos mantones de Manila, ha desfilado una larga constelación de estrellas del flamenco entre las que cabe destacar, bajo la dirección de Tomas de Madrid, La Chunga con sus pies descalzos y espontáneo talento, la legendaria Rosario, que compartió escenario y laureles con Antonio, La españolísima Maria Albaicín, cuya belleza obligó al mismísimo “Live” a dedicarle una portada, la genial bailarina – Premio Nacional de Danza – Carmen Mora, Pastora Imperio y la arrolladora Morucha. Los mejores cantaores y en los más variados estilos. Podemos citar a Maria Vargas, quien, con sus portentosas facultades lleva al oído del aficionado el recuerdo y la nostalgia de las viejas glorias y a tres hombres que rivalizan , dentro de sus distintas características, en un intenso afán por alcanzar el esplendor artístico, Gabriel Moreno, clásico y profundo, Enrique Morente, innovador y desenfadado y el Lebrijano, auténtico y brillante.
No menos brillante que los anteriores Jose Mercé, quien comenzó su carrera artística en este escenario hasta convertirse en uno de los más conocidos artistas flamencos de la actualidad. A la guitarra no podemos olvidarnos del mágico Serranito, que transforma sus actuaciones en verdaderos recitales A lo largo de décadas han actuado en nuestro escenario los artistas Tomás de Madrid, Rosario, Rosa Durán, María Albaicín, Carmen Mora, Pastora Vega, Morucha, María Vargas, Gabriel Moreno, Enrique Morente, Loli Flores, El Lebrijano, Serranito, Matilde Coral, Rafael El Negro, El Farruco, Carmen Casarrubios, Tere Maya, Cuqui Fierro, Dolores Amaya, Concha Vargas, El Indio Gitano, Enrique Escudero, Carmen Linares, El Chaquetón, Luis Habichuela, Felipe Maya, Amador, Manzanita, La Polilla, Lola serrano, La Globo, Carlos habichuela, Candi, Mariano Torres, Ramón El Portugués, Juan Varea, Mario Maya, Mariquilla, Gómez de Jerez, Lucía Albarrán, Ramón de Cádiz, Maruja Heredia, Angela Grande, Sebastián Manzano, Ricardo El Veneno, Faiquillo, Toni Maya, Miguel Carmona, Salvador Suero, El Entri, Monchi, Andrés Heredia, José Mercé, José Moreno, Fernando Gálvez, Diamante Negro, La Chunguita, Pilar león, Mercedes García, Maruja Baena, Carmen Greco, Charo Manzano, Antonio Canales, Rafael Amargo Vicente Soto, El Chato de la isla y La Chunga que ha sido durante años nuestra figura estelar. En la actualidad no solo contamos con afamados artistas como Enrique Bermúdez, primera guitarra del ballet Nacional, Ricardo Fernandez del Moral, uno de los más sorprendentes guitarristas de los último tiempos, Rafael Peral, … junto con el Cuadro de la Casa sino que en nuestro permanente afán porque el flamenco siga vivo en nuestro espíritu, damos oportunidades a las nuevas generaciones como hemos hecho a lo largo de estos 47 años de andadura.
El escritor José Luis Castillo-Puche, publicó un reportaje sobre los Tablaos madrileños, bajo el título “Madrid, cátedra del flamenco”, del que transcribimos su introducción: “Todo extranjero que llega a Madrid forzosamente tendrá que acercarse en una o varias noches a los Tablaos de la capital. Y no sólo los extranjeros, también los españoles que llegan de provincias; y hasta los madrileños y los que no los somos, pero que vivimos en Madrid. Porque los Tablaos son una de las cosas que hay que ver en Madrid, como el Museo del Prado, como el Palacio de Oriente, como la Plaza Mayor… De unos años a esta parte los Tablaos se multiplican en los rincones castizos. Son locales con carácter, ambiente y misterio muy característicos. Son, diríamos, templos dedicados al culto de cante y el baile andaluz. No es que estén exclusivamente dedicados al turismo. Pero es indudable que se debe al turismo esta actualización del flamenco.
Queremos que seas nuestro compañero de viaje y formes parte de la historia.
Ven con nosotros a vivir una historia inolvidable….